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Leyendo un libro de poesía clásica china
Me digo: Li–Po y Tu–Fu eran unos borrachines solitarios.
De pronto me doy cuenta que vivo una situación muy parecida
Moro solo en la montaña y me alegra siempre el vino
En el jardín de la Vía Láctea solo las estrellas y las flores,
La luz y la naturaleza, conversan conmigo.
Abajo, el ruidoso resplandor de la ciudad es un lejano río.
Es mi reino.
Tu–Fu y Li–Po se ríen de mí
Li–Po se embriaga siempre acompañado por su sombra y por la luna
(Magnífico trío de camaradas)
Tu–Fu por la melancolía del amor, la justicia y sus amigos.
Pero yo me río también
No solo tengo a mi sombra y a la luna
Mi libro y ellos me acompañan
Y con el resplandor rubí del vino,
Que hila las horas entusiasta con el rubor de la Vía Láctea,
Somos un grupo ya considerable.