Cultura

Emiliano Pérez Cruz: soy el autor, el testigo

“Su lenguaje traduce afanes y sudores de los suyos”, aseguró Vicente Quirarte.

Hay una palabra que se suele usar de manera cotidiana cuando nos referimos a Ciudad Nezahualcóyotl: Nezayork, cuyo origen se pierde en los cientos o miles de páginas que le ha dedicado Emiliano Pérez Cruz a ese territorio en el que creció y nunca ha abandonado, al que conoce como pocos y no solo en lo físico, sino sobre todo en lo social, a su gente, a los de abajo.

El escritor fue objeto de un homenaje a unas calles de esa geografía que ha transitado durante décadas, en la Fábrica de Artes y Oficios (Faro) de Oriente, ubicada en la delegación Iztapalapa, con la presencia de amigos que han sido sus lectores y sus acompañantes en la vida de todos los días: Vicente Quirarte, Josefina Estrada, Pita Cortés, Vicente Francisco Torres, Rolando Rosas Galicia y Guillermo Hernández Alvarado.

“Los de abajo rescatados por Emiliano Pérez Cruz en su prosa certera y ágil, como una navaja o los músculos de un joven, forman en nuestro país una legión mayoritaria”, decía Vicente Quirarte en ese rincón de esta urbe sin fronteras, donde Emiliano se ha convertido en el cronista de Ciudad Nezahualcóyotl, aun cuando “nunca se ha afanado en buscar títulos ni prebendas”, enfatizó.

En el acto se compartieron recuerdos, como los días de radio y de aprendizaje entre Emiliano y Pita Cortés; o los diálogos alrededor del cuento y de la escritura de una biografía entre Emiliano y Josefina Estrada, o de las noches de periodismo, música y literatura con Vicente Francisco, Rolando o Guillermo.

“¿Cómo definir la escritura de Emiliano?”, se preguntó Vicente Quirarte: “sus relatos parecen crónicas, sus ficciones son tan reales porque su prosa es rápida, certera y propositiva; porque su lenguaje traduce las modulaciones, afanes y sudores de los suyos; porque cada una de sus piezas es fiel a las cosas vistas que decía Micrós.”

Emiliano Pérez Cruz hizo un breve recorrido por las decisiones tomadas para llegar hasta donde está, incluso para volverse en personaje de una de sus columnas, “Borracho no vale”, para ser intensamente feliz y crítico, pero sobre todo briagote.

“Briagoberto a quien el mundo se le hace chiquito para comerlo a puños, explorando las vivencias de los urbanitas del Valle de la Ciudad de México”, aseguró durante el homenaje.

“Y de todo lo anterior, como no queriendo la cosa, escribí y escribo, al grado de que el ya difunto editor Vicente Ortega Colunga me preguntaba con fingido aire de preocupación: ‘¿Y qué harás, Emiliano, cuando se te acaben los pobres?’ Cuando escribo me metamorfoseo: soy el personaje, el autor, el testigo, el que recuerda, evoca; soy el que se enfrasca más y más en ser más verosímil que verdadero.”

Y, sobre todo, lo que salió de esa tarde de homenaje, bajo el título “Un gato en la oscuridad”, Emiliano Pérez Cruz ha apostado por ser cronista de una ciudad que puede ser un país, de contar de otra manera la realidad que le circunda.

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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