El pasado 19 de abril, el Hospital Central Militar de la Sedena realizó una cirugía transoral con el robot médico Da Vinci, la cual es la primera en su tipo en nuestro país. La intervención estuvo a cargo del teniente coronel César Gamaliel Rivera Martínez, otorrinolaringólogo y especialista en cirugía robótica, quien detalló que este avance tecnológico brinda grandes beneficios a los pacientes y es un parteaguas en su especialidad.
Al realizar la intervención con el robot Da Vinci se evitan incisiones que pueden llegar a abrir hasta una mandíbula completa. Los brazos de cinco milímetros del robot permiten hacer operaciones en la cavidad oral hasta la laringe sin mayor invasión y con un tiempo de recuperación casi inmediato.
Aunque ya se ha utilizado esta tecnología para realizar otro tipo de intervenciones, es la primera vez que se hace para padecimientos bucales y de laringe. Para operaciones gástricas se tiene mayor movimiento y se usan hasta cuatro brazos, pero para una cirugía transoral solo se pueden utilizar dos, ya que éstos entran por la boca.
Hasta el momento Rivera Martínez ha realizado tres intervenciones transorales, aunque ha habido más operaciones en otras especialidades.
“Cuando se originó la idea de hacer cirugía robótica transoral, a muchos pacientes se les hacían incisiones en la región mandibular.
“En 2009 se aprobó su utilización y ya se han hecho trabajos en varios países; en México en 2016 se inició con el programa”, explicó el especialista, quien requirió un entrenamiento en España, mientras en 2017 recibió la certificación en Sunny Valley, California.
Explicó que las ventajas de esta intervención remota es que no tiene incisiones, además de que las pinzas tienen siete grados de libertad, “lo que significa que pueden moverse de muchas formas, y permite que no haya incisión en cuello ni tener que abrir para llegar a la lesión. También se puede hacer cirugía de laringe, de amnea del sueño y tumores, principalmente.
“Los beneficios son que los pacientes no requieren tanto tiempo hospitalario, se reduce el malestar general y pueden comer en las siguientes horas. En un principio se requerían traqueotomías y sondas de alimentación, pero ahora casi todos pueden evitarla; ese es el plan: que no requieran abrir la mandíbula o tener incisiones”.
“Suite” quirúrgica
No solo los pacientes gozan de grandes beneficios sino que los médicos cirujanos también tienen ventajas. “El sistema quirúrgico tiene una consola con un sistema de visión 3D, lo que nos permite una visión binocular, un aumento, lo que significa estar con una visión dentro de un campo quirúrgico; el lente se encuentra prácticamente a unos tres o cinco centímetros, lo que nos da profundidad. Tenemos otros sistemas laparoscópicos en 2D, pero carecen de esa profundidad, lo cual sí tiene el sistema (Da Vinci), que nos permite estar como si fueran nuestras manos de forma abierta.
“Además le quita cansancio al cirujano porque opera sentado, y si por alguna razón hay un temblor en las manos, el robot lo discrimina y evita que se presente en las zonas que se tiene que operar. Esto nos permite hacer movimientos muy finos a pesar de que la distancia sea muy larga”.
Luis Cervantes López fue el primer paciente de la cirugía transoral a través del robot Da Vinci, por amnea obstructiva de sueño, y en dos días ya podía hablar y caminar sin grandes dificultades. “Me operaron el miércoles y hoy ya me siento bien; espero ya pronto irme a casa”, comentó.
Cuando se le preguntó si estaba consciente de lo que el robot evitó porque no le abrieron con bisturí, respondió: “Sí, me explicaron. A mí ya me habían operado una vez y no quedé bien, pero ahora tuve suerte de llegar cuando esta máquina ya estaba aquí y todo ha salido bien. Me han tratado muy bien”.
El robot Da Vinci fue un proyecto iniciado por el Departamento de Defensa de Estados Unidos, creado con el propósito de proveer una “suite quirúrgica” a los soldados heridos en el frente de batalla, controlada por cirujanos que operan desde una locación remota y segura.
Actualmente existen siete sistemas de este tipo en México. La Secretaría de la Defensa Nacional lo adquirió en noviembre de 2014.