Mientras Dwayne Johnson (Los Ángeles, 1972) era el conocido luchador The Rock, participó en cintas como Beyond the mat, La momia regresa y El rey Escorpión, pero en 2004 se alejó de los cuadriláteros —aunque regresaría a la WWF de 2011 a 2013— para tomarse en serio su carrera de actor. Hoy es el primero en admitir que nunca imaginó convertirse en superestrella de cine y en una de las atracciones principales de taquilla con películas como la saga Rápidos y furiosos, que ha recaudado más de 700 millones de dólares en el mundo.
Modesto, jovial y muy directo, Johnson es ahora el semidios hawaiano Maui, protagonista animado de la muy esperada cinta Moana, producción de la casa Disney que presenta canciones originales de Lin-Manuel Miranda (letrista de Hamilton) y cuyo estreno es uno de los principales de la temporada invernal. En la cinta, dirigida por Ron Clements —director de La Sirenita y Aladdin para Disney—, comparte créditos con Auli'i Cravalho y además canta por primera vez.
¿Cómo percibes tu transición al mundo de la actuación y el cómo se ha consolidado tu carrera como actor?
Aunque ha pasado mucho tiempo, francamente aún estoy algo sorprendido. Cuando entré a este negocio no tenía a grandes estudios buscándome. No me tomaban en serio aunque yo había decidido que esto era lo que quería hacer. Así que hice un voto y un pacto conmigo mismo, diciéndome que iba a entender el negocio de arriba abajo. Me dije, “Soy nuevo en la actuación, por tanto, ¿quiénes son los mejores entrenadores?, ¿quiénes los ejecutivos del estudio que debo conocer para entender cómo funciona el negocio de la comercialización, la publicidad, la producción?” Realmente quería ser una esponja. Que ahora ese sueño sea una realidad no deja de sorprenderme en cierta forma. Soy afortunado, pero no descanso y sigo buscando alcanzar nuevas metas.
¿Cómo es que eliges los proyectos que haces?
Pienso muy bien lo que quiero hacer, nada de “solo respondo a buenos guiones”, porque eso sería deshonesto con mis fans y conmigo mismo. Considero todo; ese es mi lema. La trama, el resto del elenco, lo que representará para mí. Y si digo que el dinero no es un factor, también mentiría. Me gusta hacer cine de entretenimiento, porque el público al que me dirijo busca eso mismo, entretenimiento sano, un escape de las presiones de la vida diaria durante dos horas en un cine. Sé bien, por ejemplo, que mis fans probablemente se confundirían si de repente hago un drama serio. No es lo mío. Conozco mis talentos y también mis límites.
¿Por eso también diriges tu propia productora?
Sí, claro. La compañía se llama Seven Bucks Entertainment, y trabajo con cinco personas de confianza que la llevan. Todo cerca de mi casa en Fort Lauderdale, Florida. Yo estoy en este negocio para servir a la audiencia. Esa es la primera cosa. No es cuestión de decir: “Me gustaría hacer esto o aquello”, para mí lo que quiere el público es lo primero.
Así fue como llegaste a 'Moana'…
¡Moana es el mejor regalo que esta carrera me ha hecho hasta ahora! Es una película preciosa, con un guión bellísimo, basado en los mitos hawaianos, con personajes maravillosos. Es la clase de película a la que no puedes decirle que no, ¿me explico? ¡Tendría que haber estado loco para dejar pasar una oportunidad así!
¿Qué puedes decir de Maui?
Maui es un personaje maravilloso. Es un semidios, es un pícaro, es un héroe muy intrépido y un tipo formidable. Tiene humor, tiene compasión, virtudes que siempre admiro y que me gusta asociar conmigo. Además, es un mentor para Moana, y esto es algo importante. Porque tengo dos hijas, una adolescente, como Moana (risas) y otra que es un bebé. Y son lo más importante de la vida para mí. Así que encontré aquí un personaje que me servía para conectar con mis niñas de un modo muy especial. Me siento muy orgulloso de ser papá y de que esta vez mi trabajo me acerque a ellas.
Y además, cantas en esta película.
Ya había cantado antes en The tooth fairy y había contribuido haciendo coros y cosas así, pero esta es la primera vez que canto de verdad. Y además, son canciones de Lin-Manuel (Miranda), al que admiro como no te imaginas. Es un genio y su obra Hamilton es el mejor musical de este siglo hasta ahora. Cantar fue un reto; pero Lin-Manuel creyó en mí y no quitó el dedo del renglón hasta que consiguió lo que quería de mí. Escribió “You’re welcome” pensando específicamente en mi rango vocal y me envió la pista. Yo la escuchaba continuamente —en mi teléfono, en el gimnasio, en mi auto— para asegurarme que podía cantarla. Así resultó mucho más orgánico. Fue una experiencia única y sin lugar a dudas lo volvería a hacer. Moana ha sido algo extraordinario y es un honor ser parte de ella.
Tienes además un estrecho vínculo con tus fans. Más de 10 millones de seguidores en Twitter e Instagram… ¿Te ocupas personalmente de tus redes?
Siempre que puedo. Hago mi mejor esfuerzo, porque es ahí donde está la conexión, la comunicación con el público. Cuando empecé en esto hace años y estaba luchando en mercados de pulgas, ferias de condados y concesionarios de autos usados frente a 50 personas, desarrollé una habilidad para escuchar. Creo que estar en contacto con la gente es lo que más me ha ayudado a llegar a donde estoy ahora.
¿Podrías decir que eres un hombre auténtico frente y detrás de cámaras?
Soy el mismo en todos lados. Me gusta ir al gimnasio, conducir mi camioneta y la verdad es que no quiero vivir en Hollywood. Prefiero vivir en Florida, en un lugar donde hay gente real. Me encanta hacer deporte y me encanta estar con los fans. Soy ese tipo. No hay otra cara. Esto que ven es lo que soy y me debo a mi público. Soy como ellos. Un hombre perfectamente igual que cualquier otro y el que se crea que por salir en cine o hacer cosas así es superior a los demás, te diré que está cometiendo un grave error. Todos somos humanos. Todos somos iguales.
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