El joven director de orquesta Iván López Reynoso se encuentra en los Estados Unidos, donde tendrá un doble debut al presentar Macbeth de Verdi con The Atlanta Opera, en tanto que su gira internacional le permitirá tener presencia en España, México y Suiza.
En entrevista telefónica desde Georgia, este talento mexicano dijo que la música es un instrumento que ha servido para cuestionar el presente y al mismo tiempo de consuelo para la humanidad, pues es un instrumento espiritual, signo de interrogación de los tiempos, por lo cual los jóvenes que se interesen por ella no deben sucumbir a la inmediatez del siglo XXI. En suma que, la cultura no es un privilegio y la música no es equiparable a un lujo.

“Empiezo ahora en Atlanta, el primero de marzo es mi primera presentación oficial de este año. Estuve en enero impartiendo master clases para el México Ópera Studio de Monterrey, y ahora llevo de hecho cinco días en Atlanta preparando la nueva producción de Macbeth de Giuseppe Verdi para la Ópera de Atlanta.
“Es una de las óperas más importantes del repertorio que además tendré el privilegio de debutar: nunca la he dirigido antes y estoy también contento porque es mi debut también con la Ópera de Atlanta y esa es la primera presentación para este 2025 y estoy muy contento de arrancar con el pie derecho”.
La sensibilidad de este director de orquesta no desentona entre las adversidades que entraña la vida moderna y la política, pues su apuesta es amplia al afirmar que tanto la ópera como la música mantienen un doble papel, primero como espejo de la sociedad; herramienta que ayuda a cuestionar, pero también vehículo de consuelo, alimento espiritual que se traduce en abrazo para el alma.
“Yo creo que en todos los momentos históricamente importantes, la cultura ha servido para dos cosas. Primero, para ser un reflejo de la sociedad, es decir, la cultura tiene qué cuestionar el presente de las realidades sociales que se están viviendo, y también significar una especie de consuelo, reconfortación, de esperanza y luz. La cultura, sobre todo la música, es siempre una aliada incondicional para la humanidad.
“Una obra además tan profundamente política como lo puede ser Macbeth, que habla de un tirano que está destruyendo prácticamente su patria, con una ambición enferma de poder. Sin querer entrar mucho en política, puede tener muchos significados, puede tener lecturas muy poderosas en la actualidad. Lo maravilloso del arte es que puede ser un signo de interrogación abierto, es decir, el público puede sacar sus propias conclusiones y verlo desde distintas formas. Yo creo que esa es también la belleza del arte, que invita al espectador a esas preguntas y reflexiones”.
Para la gira de Iván López Reynoso durante este primer cuatrimestre, se contará con su trabajo en el extranejero pero también con retornos a casa para encontrarse con el público mexicano y con las orquestas nacionales que dijo, han sido muy generosas con él.
“Este año tengo afortunadamente una agenda muy intensa fuera de México empezando en Atlanta, voy a estar ahora en España y Suiza, luego volveré a Estados Unidos, tendré otros debuts, pero también visitaré tres orquestas que son cruciales para mi carrera: la Orquesta Sinfónica Nacional, la Orquesta Sinfónica en Xalapa y la Orquesta Filarmónica de la UNAM.
“En las tres visitas siempre hago un guiño a la música mexicana, en las tres presentaciones hay alguna partitura escrita en México con este vínculo que se tiene qué crear, de destruir las fronteras y de hermanar culturas y hacemos que dialoguen, por ejemplo con Sinfónica Nacional Galindo con Schubert; en Xalapa Moncayo con Bartok y en la UNAM Moncayo con Scriabin tratando de tender puentes entre culturas y lenguajes musicales”.
El 5 de febrero de 2010, con 19 años de edad, Iván López Reynoso bajó por primera vez a un foso para concertar una función de ópera, se trataba nada menos que de Las bodas de Fígaro de Mozart. En sus redes sociales compartió a quince años de distancia que esa fue su partitura madrina. Ahora al visualizar el escenario de la música en México, sabe que los jóvenes están más interesados en realizar una carrera musical. El único consejo que les ofrece es no desistir.
“El mensaje que más les puedo dar a los jóvenes artistas, que además es muy importante en este momento, es que no sucumban ante la inmediatez del siglo XXI. Que la inmediatez a la que estamos muy malacostumbrados ahora, de tener todo al alcance de un clic, vivir en una eterna desechabilidad consumiendo contenido de 15 segundos, reels de un minuto o miniseries de seis capítulos está divorciada de la música porque la formación musical no es inmediata, no es desechable, sino una cocción lenta, a largo plazo, se necesita paciencia, tenacidad, constancia y tal vez eso es lo que en este momento es más complicado para las nuevas generaciones”.
La agenda
Marzo 1, 4, 7 y 9 (debut)
- Verdi: Macbeth
- The Atlanta Opera.
- Cobb Energy Performing Arts Center, Atlanta, USA.
Marzo 16 (debut)
- Concierto con Coro y Orquesta Nacionales de España.
- Música de López Estelche y Schumann.
- Auditorio Nacional, Madrid, España.
Marzo 21 y 23
- Conciertos con la Orquesta Sinfónica Nacional.
- Música de Galindo, Villa-Lobos y Schubert.
- Palacio de Bellas Artes, CDMX, México.
Marzo 28
- Concierto con la Orquesta Sinfónica de Xalapa.
- Música de Liebermann, Moncayo y Bartok.
- Sala Tlaqná, Xalapa, México.
Abril 5 y 6
- Conciertos con la Orquesta Filarmónica de la UNAM.
- Música de Unsuk Chin, Shostakovich, Moncayo y Scriabin.
- Sala Nezahualcóyotl, CDMX, México.
Abril 18 y 20 (debut)
- Conciertos con la Joven Orquesta Sinfónica de Cantabria.
- Mozart: Requiem.
- Santander, España.
DAED