La cineasta chilena Alicia Scherson (Santiago, 1974) se atrevió a adaptar con éxito una novela poco célebre de su compatriota Roberto Bolaño y llevarla a la pantalla en producción internacional, y ya está en proceso de rodar otra igual. ¿Por qué relatos menos conocidos del escritor de culto en lugar de Los detectives salvajes o 2666? Porque juzga “un error tomar obras maestras literarias para hacer cine”.
“El cine es un arte más banal y más popular. No lo digo solo yo, lo decía Hitchcock, que hay que encontrar las peores novelas para hacer mejores películas”, dice en entrevista la realizadora y guionista, que se encuentra en México como protagonista principal de la Semana de Cine Chileno que arrancó el jueves 1 de junio en la Cineteca Nacional con su más reciente filme, Vida de familia, basado en el cuento homónimo de Alejandro Zambra y dirigido al alimón con Cristián Jiménez, quien en 2011 ya había convertido en película Bonsái, otra novela del narrador santiaguino, hoy residente en México.
“Lo único que yo le pido al cine es que nos haga pensar”, expresa la realizadora al definir su oficio, y plantea que también debe recuperarse la experiencia cinematográfica como un espectáculo.
En 2013, Scherson estrenó en los festivales de Sundance y de Rotterdam su tercer largometraje: El futuro, basado en Una novelita lumpen, publicada por Anagrama un año antes de la muerte de Bolaño en 2003, y que fue su primera incursión en la adaptación de una obra literaria; actualmente adapta El Tercer Reich, novela de este autor cuya nacionalidad, dice, se pelean chilenos, mexicanos y españoles.
“Bolaño es un bonito ejemplo de un tipo de ciudadano y artista del mundo, que es algo que se está dando cada vez más. A mí me pasó un poquito lo mismo que a Bolaño con El futuro, que en los festivales no sabían en qué categoría ponerlo, si cine latinoamericano, europeo o qué. Las categorías políticas del cine tratan de convertir a los artistas en especies de representantes del país; como si fueran un equipo de futbol se habla de cine iraní, chileno o mexicano, cuando en realidad el arte y el mundo están conectados y es muy difícil seguir manejando esas fronteras”, afirma Scherson, cuyo filme se rodó en Alemania, Italia y Chile, con la estrella de Hollywood Rutger Hauer y tres idiomas en el audio.
“Todos sabemos que nuestras películas viven más en festivales que en las carteleras de las salas. Y claro, está también la crisis de distribución, que es mundial. Y, claro, estos cineastas que han cruzado fronteras como Larraín y Lelio espero que no signifique que están transando su calidad, su propuesta. Claro, Jackie es mucho más comercial que Tony Manero, pero, bueno, cada uno arma su camino”, dice.
Además de los cuatro filmes de Scherson, la Semana de Cine Chileno en Cineteca Nacional incluye La Once, de Maite Alberdi; María Graham, de Valeria Sarmiento; El Tila: Fragmentos de un psicópata, de Alejandro Torres; Violeta se fue a los cielos, de Andrés Wood; Rey, de Niles Atallah, y Como me da la gana, el mediometraje de 1985 de Ignacio Agüero, que podrán verse del 1 al 11 de junio.