No fueron sólo los trabajadores que levantaron unas pancartas con sus quejas por la disminución al presupuesto del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), sino en las propias palabras de uno de sus investigadores eméritos: Eduardo Matos Moctezuma, quien al participar en la ceremonia alertó sobre los peligros que enfrenta la institución.
“Hay mucho que festejar, pero también algo que lamentar. Festejar, porque la institución ha mostrado a lo largo de ocho décadas su labor ininterrumpida a favor de la investigación, la conservación, la difusión y la formación de nuevos cuadros de investigadores, en la Escuela Nacional de Antropología y en la de Restauración, Conservación y Museografía de Churubusco".
“Lamentar, porque hoy como nunca se pone en peligro esa tarea que por ley corresponde llevar a cabo a la institución ante la falta de presupuestos adecuados y seguridad social que ofrezcan un trabajo decoroso a muchos de los trabajadores sobre los que descansa esta tarea prioritaria para el país”.
Justo cuando el arqueólogo pronunciaba su discurso, algunas cartulinas se levantaron desde los costados de la explanada del actual Museo Nacional de las Culturas del Mundo, sobre todo de trabajadores del Templo Mayor: "#SomosINAH”, “#ConTRATOdigno” y “#SomosTemploMayor”.
“Desde aquí, solicito a las autoridades de la Secretaría de Cultura y del INAH que hagan ver a las dependencias que sea necesario lo que la institución significa para el país, que no se reduzca el presupuesto, porque no sólo es causa de desempleo, sino que se trata de un personal que ha demostrado su capacidad para la conservación y el crecimiento de nuestro patrimonio tangible e intangible”, enfatizó Matos Moctezuma.
Durante la ceremonia, el director general del INAH, Diego Prieto lamentó que desde hace al menos tres décadas no se abrieran bases de plaza, por lo que en el 80 aniversario, mejorar las condiciones laborales y dar certeza en dicho renglón a todos los trabajadores del Instituto “es nuestro principal reto, pues estoy cierto que sólo con una base clara de obligaciones y derechos podremos enfrentar con solidez los futuros desafíos”.
“El INAH sabe y debe exigir, pero también debe aportar: nuestros trabajadores de base tienen el compromiso indeclinable de cumplir con su tarea y honrar el recurso público que recibimos de la sociedad”, aseguró Diego Prieto, quien también habló de las aportaciones de la dependencia para la consolidación de la identidad nacional.
La respuesta de parte de la Secretaria de Cultura del gobierno federal, Alejandra Frausto, fue el reconocimiento a la fortaleza de la comunidad del INAH, por lo que se comprometió a destinar recursos obtenidos del plan de austeridad que se sigue desde el gobierno federal.
“Muchos de los ahorros que se están haciendo en el sector central, le he pedido que se destinen al INAH para fortalecer los retos que tiene en este momento. Nunca van a contar con una secretaria a la que le importe más el instituto. No vamos a dejarlos solos”.
La celebración se dio en el Museo Nacional de las Culturas del Mundo, en la calle de Moneda del Centro Histórico de Ciudad de México, porque ese recinto albergó, en 1825, al Museo Nacional, donde por vez primera se expusieron piezas prehispánicas y como parte de la ceremonia se inauguró una sala de Sitio, curada por Octavio Martínez.
Precisamente fue el 3 de febrero de 1939 cuando se emitió el decreto que dio vida al Instituto Nacional de Antropología e Historia; a lo largo de las ocho décadas ha desarrollado una red de 160 museos, 192 zonas arqueológicas, gracias al trabajo de 878 investigadores y sus más de mil 600 proyectos de investigación que se desarrollan en la actualidad.
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