Luego de la ceremonia de inauguración de las nuevas instalaciones del Centro de Investigación y Documentación Judío en México, le dedicaron las mañanitas a la historiadora Beatriz Gutiérrez Müller y al escritor Paco Ignacio Taibo II.
Tras el corte de listón, los organizadores le obsequiaron un ramo de flores a la investigadora, quien asistió como invitada de honor al acto, en donde destacó la importancia de que la documentación se abra al público, “que no sean tan rigurosos para quienes deseen consultarla”, para que se convierta en un espacio vivo.
¡Gracias a toda la comunidad judía! ¡Y las flores! https://t.co/g1vbrKEMah
— Beatriz Gutiérrez Müller (@BeatrizGMuller) January 13, 2019
“México ha tenido apertura para pueblos y naciones de todas partes, de todas religiones. Los cien años de la comunidad judía en México se refiere a cuando Madero autorizó la instalación de una Sinagoga en México y a unos refugiados, en 1912: este es un país multicultural, multirreligioso, aquí todo mundo puede expresar el pensamiento que tiene, con respeto a la ley y al otro”.
La comunidad judía de México inauguró su Centro de Documentación en la #CDMX. Fue un gusto acompañarles hoy. Allí poseen tesoros que datan del siglo XVI o un Sefer Torah que fue donado, del siglo XVIII, proveniente de Marruecos. ¡Felicidades! #MemoriaNacional pic.twitter.com/XHvdsr9eRN
— Beatriz Gutiérrez Müller (@BeatrizGMuller) January 13, 2019
El 21 de octubre de 1993 se fundó el Centro de Documentación e Investigación de la Comunidad Ashkenazí de México (CDICA), bajo la dirección de la doctora Alicia Gojman, y con la misión de “preservar, custodiar y difundir la cultura ashkenazí, herencia de los judíos que provienen de comunidades extinguidas de Europa, así como conservar, custodiar y difundir la memoria histórica de la Comunidad Ashkenazí de México”.
A partir de ello, se ha logrado salvaguardar las bibliotecas y archivos de instituciones como la Cámara Israelita de Industria y Comercio, el Comité Central Israelita de México y el Consejo Mexicano de Mujeres Israelitas, por lo cual en el recinto hay desde libros sagrados, hasta documentos personales; en lo que se convierte en un reflejo de más de un siglo de la presencia de la comunidad judía en México y, con ello, de una parte de la historia de nuestro país.
mrf