El tomo 12 del abecedario de Jorge Ayala Blanco corresponde a la letra L: La lucidez del cine mexicano (UNAM, 2017). En él analiza casi un centenar de películas nacionales realizadas entre enero de 2013 y junio de 2014, que van de desde las dos más taquilleras en la historia de la industria, No se aceptan devoluciones y Nosotros los Nobles hasta aquellas “cuestionables” como El ciudadano Buelna o aquellas de las que nadie habló, como Tercera llamada.
“La época a la que corresponden estas películas se caracteriza por la búsqueda de la lucidez, lo que significa ver las cosas iluminadas a la luz de la razón, de la reflexión, de la emoción, pero sin invadir la imaginación del espectador. Las ve como realmente son, sin inventárselas.
“Son producciones que buscan la lucidez, no es que de por sí sean lúcidas. La idea es hasta qué punto alcanzan esa búsqueda, si se consuma o puede ser aberrante. Hay, por ejemplo, un capítulo, donde está la película de Eugenio Derbez No se aceptan devoluciones, donde hay cierta lucidez, pero considerando al ser humano como un monigote: ese mexicano en el extranjero que es incapaz de hablar el idioma después de 10 o 15 años de vivir en EU, y que vive de que lo golpeen. El análisis que yo hago no es para denostar la película sino para saber de qué está hecha”.
El mexicano, dice Ayala Blanco en su prólogo, es “un cine hecho para que nadie lo vea. Instituciones que fingen apoyar al cine en su conjunto, facilitando solo su producción y autojustificando su existencia en cifras globales de recaudación que incluyen de manera primordial (que no exclusiva, aunque parezca mentira) aquellas obras que no produjo (…)”.
Puntualiza: “En 2015 se produjeron 140 películas, un récord; de ellas solo se estrenaron 90, es decir, hay un déficit de 50 películas; pero incluso muchas de las que se estrenaron solo lo hicieron en el circuito paralelo de la Cineteca Nacional. No hay que pensar que estamos en jauja. Muchas de estas películas son rescatadas por el libro, hay la posibilidad de interesar al lector y que la busque. Afortunadamente las películas ya no mueren: se pueden recuperar en dvd, plataformas, cable e internet”.
El investigador explica que lo más difícil ha sido encontrar un concepto útil para introducir las cintas: “Como lo voy haciendo sobre la marcha, prefiero elegir un concepto que sea como una especie de aspiración, la búsqueda de algo. Hay que comprender que no estoy haciendo críticas; es un ensayo que se propone desmontar el mecanismo de la cinta y estudiar, desde muchos puntos de vista, la misma película”.
Sacar del gueto
El volumen tiene siete capítulos: “La lucidez póstuma”, dedicada a los directores veteranos; “La lucidez summa”, sobre quienes ya tienen una carrera; “La lucidez prima”, para quienes produjeron su ópera prima; “La lucidez secunda”, para los directores que llegaron a su segunda película; “La lucidez documenta”, para documentales —que, de acuerdo con Ayala Blanco son al cine lo que la crónica a la literatura—; “La lucidez mínima”, para cortometrajes, y “La lucidez femínea”, dedicado a la producción realizada por mujeres.
Sobre el último capítulo Ayala Blanco comenta: “En un principio había muy pocas películas hechas por mujeres, y todavía sigue habiendo pocas: de las 162 que se produjeron el año pasado, solo 29 son de mujeres. Sigue siendo un porcentaje menor. Entonces lo que hago no es crear un gueto sino al contrario: sacarlas de allí y exponerlas a otra luz.
“Sigo siendo partidario de que las películas que realizan las mujeres, los hombre no pueden realizarlas. Son otra cosa completamente distinta”.
Como muestra ofrece el documental de Nuria Ibáñez, El cuarto desnudo, “muy doloroso porque muestra a los chicos que tienen problemas de conducta, algunos con problemas siquiátricos. Con el máximo rigor de la tierra, con la idea de simplemente no intervenir en el diálogo que sostienen con el doctor, y se les ve solo a ellos. Esa severidad y ese respeto que imprime la directora no la encuentras en ninguna hecha por hombres. Es una verdadera maravilla”.
El libro será presentado el viernes a las 17 horas, en el Foro Gabriel García Márquez del Centro Cultural Universitario. Participarán María del Carmen de Lara, Rafael Aviña y el autor.