Hijo del arquitecto Antonio Attolini Lack (1931-2012), Bosco Attolini considera que su padre, “antes que ser arquitecto era un artista, él tenía otra perspectiva de la arquitectura. Yo creo que pudo haber sido arquitecto sin haber estudiado la materia, lo traía en la sangre”.
Así se expresó con motivo de la exposición Antonio Attolini Lack, un regionalismo moderno, que recupera parte del trabajo de su padre. Se trata de una muestra de 14 piezas inmobiliarias arquitectónicas que realzan la obra de Attolini Lack. No solo realizó casas y edificios, entre los que sobresalen la Santa Cruz del Pedregal de San Ángel, Casa Gálvez y el edificio de la Asociación Mexicana de Automovilistas, por mencionar algunas, sino que también diseñó picaportes, bisagras y textiles (tapetes).
Aldo Solano, curador de la muestra, expresó que el trabajo de Attolini Lack es menos espiritual y personal que el de Luis Barragán. Además, es la primera vez que se realiza un acercamiento minucioso a los muebles, joyería y tapetes del creador, dijo en entrevista con MILENIO.
Bosco Attolini mencionó que su padre “concebía la arquitectura como un arte. Para él dibujar y crear espacios, crear ambientes con luz, era algo que le apasionaba. Veía la arquitectura como una pasión".
La muestra Antonio Attolini Lack, un regionalismo moderno puede visitarse hasta el primero de febrero de 2019 en la galería Clásicos Mexicanos, Calle Tres Picos 65, Polanco.
TAGS RELACIONADOS:
