Al menos, 30 por ciento de los jóvenes piden a sus parejas las contraseñas de sus redes sociales como prueba de amor, fenómeno que se traduce en violencia que puede desencadenar en otros fenómenos, explicó la especialista en Psicóloga y Plataformas Digitales y Redes Sociales de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), Ivonne Estela Martínez Hernández.
Destacó que la llamada “prueba de amor” es solicitada tanto por hombres como por mujeres, lo cual, se traduce en una invasión a la intimidad y, en muchas ocasiones, se normaliza y se justifica como una manera de brindar seguridad.
“A lo largo del proceso de ilusión, también aparecen los delirios, un delirio de observar constantemente el perfil de la pareja o hasta de pedir la contraseña para ver lo que realizas, para ver tus interacciones, para revisar con quiénes platicas, con quienes conversas. Ese delirio, esa ansiedad va de la mano porque no se materializa el enamoramiento”, apuntó.
Entre las parejas, principalmente, jóvenes, aunque se puede presentar en adultos, se cree que la confianza y la seguridad se puede generar a partir de ingresar a las redes sociales del ser querido, cuando en la realidad, es una invasión.
“La confianza se tiene que dar en pareja porque yo sé quién eres y yo sé quién soy y somos auténticos y no porque te esté vigilando. Las relaciones se vuelven tortuosas, de vigilancia extrema, de tener que poseer tus contraseñas para poder vigilarte y de cuestionarte. Aparecen preguntas como ¿Por qué le das un me gusta? ¿Por qué sigues a tal persona? Hablamos de relaciones inmaduras cuando se presentan este tipo de situaciones”, apuntó Martínez Hernández.
La persona perseguida, sea hombre o mujer, se siente, al inicio en una ilusión; sin embargo, esto cambia con forme avanza la relación. Al inicio, se acepta esa invasión o vigilancia por parte de la pareja.
“Los jóvenes, en muchas ocasiones, aceptan esa vigilancia. Me vigila porque me quiere, aunque yo no lo hago. Se llega a aceptar este tipo de conducta porque están bajo el apelativo del amor. Es una confusión entre el concepto real y un amor en tiempos de cultura digital”, apuntó la especialista.
Actualmente, los conceptos de amor y amistad están cambiando, ante lo cual, el riesgo es que los menores y los jóvenes aprendan comportamientos violentos creyendo que son aceptados y son correctos.
“Ante esta situación de pandemia, el factor amistad, el factor enamoramiento y relaciones amorosas, vienen dando un cambio gigantesco y junto con ello tienen sus ventajas estos medios digitales, pero también tienen sus grandes desventajas, y podemos hablar de que hay una línea muy delgada y peligrosa que cruzar entre lo real y lo irreal, entre lo benéfico que puede ser una amistad a través de estos medios, así como una relación, pero también brincar esa línea de inmediato puede volver muy peligrosa una amistad o una relación amorosa e incluso con consecuencias fatídicas como puede ser el peligro de la vida de la persona”, finalizó la investigadora.
AFM