El jueves que escribía esta entrega, tenía de predominar, durante casi una semana, una neblina generalizada en la Sierra de García, NL. La misma se extendía a gran parte de la carretera que comunica a Monterrey con Saltillo, la autopista de cuota permanecía 18 o más horas del día cerrada y se direccionaba el tráfico a la carretera libre, que se encontraba también bajo la niebla muy densa, con una visibilidad de apenas unos 30 a 40 metros.
La niebla reduce la visibilidad, e incluso causa que aeropuertos, y en ocasiones, carreteras, sean inutilizables, pues la falta de visibilidad (y en algunos casos, como éste, visibilidad nula), hacen peligroso el manejo de vehículos.
Todos los tipos de niebla se forman cuando la humedad relativa alcanza el 100 % y la temperatura del aire baja al punto de rocío (del agua), lo cual causa que el agua se condense, lloviendo en el conocido y muy regiomontano “chipi-chipi”.
La niebla es un término que se refiere a la suspensión de gotas pequeñas de gas en lo general, es decir, hay muchos gases que la pueden formar. Pero en meteorología, la suspensión es de pequeñas gotas de agua que producen, por su concentración, una visibilidad de menos un kilómetro, ya que las nubes son muy bajas, cerca o al nivel del suelo.
Son tan pequeñas las partículas de agua al apenas ser condensada de la humedad del aire, que la fuerza de la gravedad no las precipita en forma de lluvia.
Los bancos de niebla se forman de la misma manera que cualquier otro tipo de nubes, pues de nubes estratiformes, de color gris, cuya base da lugar a niebla, agujas de hielo o nieve granulada. Constituido por gotas de agua que se convierten en cristales de hielo cuando la temperatura es muy baja.
En climas secos, como los del altiplano de Nuevo León y Coahuila, la niebla genera entre el 40 y 50% de la humedad necesaria para la flora y fauna del lugar.
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