Tras una supuesta investigación de la Fiscalía General del Estado a los regidores de oposición Alejandro González Rosales del partido político Movimiento Ciudadano y a Christopher Castañeda Negrete de Nueva Alianza por promover destrozos en la casa de la familia de la alcaldesa Ana Rosa Bueno en el municipio de Cuéramaro, los ediles responden.
Fue el pasado mes de noviembre en el municipio de Cuerámaro, cuando después de una manifestación de algunos ciudadanos por el fallecimiento de cuatro menores, algunos asistentes aprovecharon para causar destrozos en la ciudad.
Una de las principales afectadas fue la presidenta municipal Ana Rosa Bueno, quien denunció un ataque en la casa de su familia, donde los manifestantes causaron serios destrozos en el domicilio e incendiaron la vivienda.
Posterior a este hecho, los funcionarios Alejandro González Rosales y Christopher Castañeda Negrete fueron señalados después de una supuesta aparición de ellos en transmisiones en vivo vía redes sociales momentos previos a la manifestación, a lo que en diferentes medios se mencionó que estaban siendo investigados por la fiscalía.
Al respecto, el político Alejandro González Rosales, emitió un comunicado de prensa en el cual niega que haya participado en alguna agresión en contra de la alcaldesa, esto debido a que el regidor se encontraba “en su domicilio particular, del que no salió en todo el día”.
“Denuncié públicamente el nepotismo de sus familiares en el Ayuntamiento, he rechazado sus informes de egresos por inconsistencias, casos de corrupción en las finanzas del DIF Municipal por los que incluso se solicitó una auditoría; la Dirección de Desarrollo Económico solicitó un recurso para un programa inexistente; y así podría seguir”, indicó el regidor.
De igual manera, el edil considera una “grave difamación y una persecución política”, debido a que él ha “señalado de frente sus observaciones a la administración pública municipal con cada uno de los integrantes del Ayuntamiento y las áreas municipales”.