Comunidad

Caravana migrante abandona a un centroamericano enfermo

Maynor Ulloa padece hemofilia; le dijeron que no le podían ayudar y que era un peligro seguir.

La caravana de migrantes centroamericanos que hace unas semanas ingresó a México dejó a uno de sus miembros tirado en el camino.

Maynor Ulloa Bonia, un joven de 20 años originario de Honduras, abandonó su tierra igual que muchos de sus paisanos. A diferencia de la mayoría, un trabajo bien remunerado no fue el motivo que lo orilló a tomar esa decisión.

Cuando era pequeño le diagnosticaron hemofilia, un extraño trastorno que evita la correcta coagulación de la sangre. Eso le provoca sangrados –que aparecen como si de sudor se tratase–, desvanecimientos y hasta pérdida temporal de la vista.

La búsqueda de un tratamiento para su enfermedad llevó a Maynor a dejar Honduras, sin embargo, también fue el motivo por el cual la caravana de migrantes con la que viajaba lo dejó solo en el trayecto.

“Me dijeron que no me podían ayudar, que más bien me separara de la caravana porque era un peligro”, cuenta el joven mientras sostiene un pedazo de papel higiénico con manchas de sangre, por si ocurre un brote en cualquier momento.

Con ayuda de un paisano, Maynor continuó su camino hasta llegar a Monterrey, donde la Casa del Forastero Santa Martha le abrió las puertas para tener un descanso.

“Yo lo conocí en la caravana. La caravana nos dijo que nos fuéramos por otro lado que porque no se podían hacer cargo de él porque estaba bañado en sangre. Le dije ‘¿cómo no te vas a hacer cargo? Yo me voy a quedar con él’, de ahí para acá hemos estado cinco veces en el hospital”, cuenta José Marlon Munguía Pineda, hondureño de 32 años.

Maynor ha escuchado que en Nuevo Laredo, Tamaulipas, y en Dallas, Texas brindan el tratamiento que él necesita para continuar con su vida normalmente. Estos medicamentos, conocidos como factor VIII y IX, ya no le eran brindados por el servicio de salud de su país.

“Cuando me da, me debilita, no sé dónde estoy. A veces despertaba en el hospital o ahí mismo, pero con dolor de cabeza, me cuesta volver a ver”, explica el joven.

Al no estar sometido al tratamiento médico, esto puede ocurrirle varias veces en un día.

Aunque su destino inicial es Estados Unidos, asegura que lo único que le interesa es tener acceso a los medicamentos que necesita. “Yo pido, si hay una ayuda para mi enfermedad pues sí, si no pues ni modo, para mi país”.

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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