¿Es saludable o no dejarlo llorar un rato? Es una de las preguntas más comunes entre los padres primerizos, por lo que algunos especialistas respondieron a esta interrogante, señalando que el llanto y los gritos tienen efectos adversos en los padres y en los bebés.
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Algunos bebés tienen niveles más altos de cortisol, la hormona del estrés, durante los días posteriores a situaciones continuas de llanto, y algo tan simple como cerrarle la puerta a un bebé molesto puede desencadenar una reacción de estrés en ellos.
La American Academy of Pediatrics señaló que dejarlos gradualmente solos cuando están molestos no transmite respuestas de estrés, ni efectos a largo plazo en las emociones y el comportamiento infantil.
Si bien cada padre tiene diferentes perspectivas sobre cómo le afectará psicológicamente al bebé dejarlo llorar, el riesgo de daño emocional existe, por lo que también debemos poner atención.
JCH
