La lepra continúa infectando a miles de personas cada año en todo el mundo, especialmente en países pobres, pues a pesar de hay tratamientos médicos para curar la enfermedad y se realizan investigaciones, pocos laboratorios le dedican recursos, además de que durante la pandemia de coronavirus los casos aumentaron.
La lepra, una patología a veces considerada vergonzosa, es una de las 20 enfermedades tropicales que la Organización Mundial de la Salud considera desatendidas, ya que tan solo en el 2022 se detectaron unos 216 mil casos de lepra en todo el mundo, en especial en Brasil e India, según la OMS.
Asimismo, según Europa Press, en el 2021 hubo 140 mil 594 nuevos casos en el mundo, lo que representa un aumento del 10 por ciento en comparación con los contagios reportados el año anterior, de 128 mil 405.
Sin embargo, las cifras podrían ser solo la punta del iceberg, según el médico Bertrand Cauchoix, especialista en la enfermedad de la Fundación Raoul Follereau, en Francia,
"Conocemos el número de pacientes cribados, pero no contamos los olvidados, los no detectados" que podrían ser mucho más numerosos", explicó.
La lepra, favorecida por la promiscuidad y las condiciones de vida precarias, tiene como particularidad un período de incubación muy largo, de pocos años a 20 años, a lo cual se agrega una demora en el diagnóstico, durante el cual la enfermedad puede continuar infectando a las personas cercanas.
No obstante, desde hace décadas existe un tratamiento médico a base de tres antibióticos.
Los antibióticos existentes son donados por la fundación del laboratorio suizo Novartis, que lo fabrica, a través de la OMS.
Por ello, Bertrand Cauchoix apuntó a "un riesgo de tensiones muy grandes" en caso de haber problemas en la línea de producción de esos antibióticos.
En términos generales, los laboratorios farmacéuticos no se esfuerzan en producir nuevas moléculas que serían más fáciles de administrar.
"No hay dinero para la lepra, solo donaciones caritativas", lamenta Cauchoix.
De hecho, la enfermedad está casi ausente de los países occidentales y se propaga en un número limitado de pacientes en países que no podrían pagar nuevos medicamentos a precios elevados.
En su laboratorio de investigación en París, uno de los pocos en el mundo capaces de hacer pruebas de esta bacteria, Alexandra Aubry evalúa la eficacia de cada nuevo antibiótico que llega al mercado para tratar otros males.
"Intentamos identificar las asociaciones de antibióticos. Probamos todas las formas posibles de simplificación para tener tratamientos más cortos, por ejemplo una vez por mes durante seis meses", dijo Aubry.
También hay proyectos de vacunas, cada vez más infrecuentes porque también faltan fondos.
"Es muy complicado tener financiamiento para esto. Para evaluar la eficacia de una vacuna hay que seguir a la población vacunada durante 10 o 15 años", afirmó Aubry.
Casos de lepra en México
En diferentes entidades de México aún se presentan casos activos y nuevos de lepra; hay estados donde su presencia es mayor: Sinaloa, Michoacán, Nayarit, Nuevo León y Guerrero concentran 60 por ciento, de acuerdo con el Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades.
A ellos se suman otros: Zacatecas, Coahuila, Campeche, Yucatán, Durango, San Luis Potosí, Oaxaca, Chiapas, Ciudad de México (Tlalpan, Xochimilco), Colima y Jalisco.
Por lo anterior, debemos enfocarnos en ellos sin importar si se trata de regiones apartadas; es necesario llevar tratamientos a los pacientes e información para las poblaciones, destacó la académica del Departamento de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Medicina de la UNAM, María del Rosario Morales Espinosa.
"La lepra existe; es un hecho que no se ha eliminado, ni se eliminará mientras se ignore. Por ello se requieren campañas de concientización para explicar a la sociedad que se trata de un padecimiento curable como cualquier otra enfermedad infecciosa", agregó.
Relación con covid-19
La detección de casos de lepra aumentaron al reducirse la vigilancia durante la pandemia de covid-19
Según la OMS, el aumento de las detecciones en 2021 "no es consecuencia de un fortalecimiento de las campañas de detección por parte de los países implicados, sino del afloramiento de casos no detectados durante 2020 a raíz de los confinamientos decretados para combatir la pandemia de covid-19 y de la concentración de los recursos sanitarios en el tratamiento de las personas afectadas por el virus".
Por ello, la directora de Sensibilización y Voluntariado de Fontilles, Yolanda Sanchis, afirmó que "en los próximos años se necesitará reforzar el trabajo para llegar a todas las personas que han quedado sin diagnosticar y evitar el empeoramiento de las discapacidades producidas.
"Durante la pandemia, se dejaron de hacer campañas de prevención y detección, y muchos recursos se desviaron a la emergencia sanitaria; por eso, ahora estamos diagnosticando a más personas y con más discapacidades", resaltó.
Qué es la lepra, cómo se contagia y tratamiento
La lepra es producida por la bacteria Mycobacterium leprae, de replicación lenta, por lo que es una enfermedad infecciosa que puede tardar varios años, de cinco a 20 años en manifestarse.
El mecanismo de trasmisión de la bacteria no está bien definido; se cree que se presenta cuando una persona inhala gotas de saliva de alguien infectado y al estar en contacto directo y prolongado con el enfermo.
Aun así existe una susceptibilidad de huésped, porque puede haber 10 personas en las mismas condiciones y no todas se infectan, sino las más susceptibles.
De acuerdo con María del Rosario Morales Espinosa, los síntomas tampoco son claros y por ello se dificulta el diagnóstico.
Una señal puede ser cualquier lesión dermatológica que aparece como única, hipopigmentada (más blanca que el resto de la piel) o rojiza, con bordes elevados, etcétera. No obstante, “la clave está en la pérdida de sensibilidad en la región donde aparece esa mancha y en los márgenes que la rodean”.
Por ello, el médico debe estar atento a la aparición de cualquier tipo de mancha en el tronco, manos, nalgas o cara; observarla y preguntarle al paciente si siente el contacto del objeto mediante el cual se realiza la exploración. Si no es así, podría ser un indicio de lepra.
A partir de esa sospecha se realizan estudios para establecer un diagnóstico correcto: clínico, histopatología (análisis del tejido), basiloscopia y de reacción inmune (lepromina), entre otros.
Morales Espinosa comentó que al ser curable es importante tratarla a tiempo con poliquimioterapia (es decir, tres medicamentos: clofazimina, dapsona y rifampicina) durante aproximadamente un año y medio, o hasta que se compruebe que la bacteria se eliminó.
La meta es evitar deformaciones o incapacidades de la persona debido a la destrucción de tejido, reabsorción de hueso, o reacción inflamatoria a consecuencia de la respuesta inmune al tratar de destruir al bacilo.
El Día Mundial contra la Lepra tiene el objetivo de crear conciencia sobre la enfermedad descubierta en 1873 por el médico noruego Gerhard A. Hansen, y reducir el estigma contra quienes la padecen.
Según explica, un tratamiento facilitado gratuitamente por la OMS de dos pastillas diarias durante un año (seis meses en los casos menos graves) basta para eliminar la bacteria y, si se suministra a tiempo, sirve para impedir el desarrollo de discapacidades.
Una vez recibido el tratamiento, el paciente puede llevar una vida normal, abunda la experta.
FLC