En ocasiones, los bebés presentan una reacción alérgica al tener contacto con sustancias, textiles, e incluso, su propia saliva. A esta reacción se le conoce como dermatitis por contacto.
Se presenta como una irritación en la piel, que se inflama, y puede evolucionar en pequeñas ronchas o ampollas. El bebé intenta rascarlas, pues siente picazón y molestia, por lo que se les ponen guantes de tela y se les cortan las uñas para evitar que se lastimen. La higiene del área inflamada también es muy importante para que la dermatitis no se extienda.
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La dermatitis por contacto es muy común en los bebés, pero la recomendación es que acudas con tu pediatra, quien te ayudará a determinar el origen de la irritación en la piel y el mejor tratamiento a seguir.
Una forma de prevenir que tu bebé ya no padezca estas reacciones es que seas observadora y detectes su causa, fíjate en la zona donde regularmente aparece la irritación y piensa con qué ha tenido contacto tu bebé; la solución podría ser tan simple como cambiar a ropa de algodón.
CR