Para ayudar a frenar las muertes por cáncer de cuello uterino y de mama, el Hospital Angelopolitano hizo un llamado a las mujeres a prevenirse con pruebas de detección regulares para revelar cualquier precáncer y tratarlo.
El doctor Gerardo Domínguez Lozano, ginecólogo y obstetra adscrito al citado nosocomio, lamentó que al año en México, poco más de 25 mil mujeres fallecen por la falta de prevención y detección oportuna del cáncer cervicouterino o de mama, que se desarrollan a más temprana edad por los estilos de vida, principalmente sedentario, con mayor consumo de alcohol y cigarro, así como uso de hormonales por más de cinco años.
“Más del 45 al 50 por ciento de las mujeres que se detectan con cáncer de mama se van a encontrar en una etapa clínica ya avanzada, desde la etapa tres a etapa cuatro, donde ya estamos hablando de un tumor de entre dos y cinco centímetros o más y ya con la presencia de algunas metástasis a ganglios axilares o algunas otras partes de su cuerpo lo cual va a disminuir la calidad de vida de la paciente y la esperanza de vida”.
De igual forma, deploró que por la alta demanda en los hospitales públicos o de derechohabiencia pueden transcurrir hasta tres meses tan solo para la detección.
“De igual manera para ser referida a un centro oncológico, en este caso sea a nivel institucional o particular, va a demorar”.
Comentó que “aun así, si la mujer se encuentra en una etapa clínica menor a una etapa dos, dos a, dos b, podemos pensar que la paciente va a tener una esperanza de vida como lo iba a tener aunque quizá no hubiera padecido el cáncer de mama”.
Marcó que Puebla se encuentra en los parámetros de la zona centro y sur del país, por lo que aún tiene retrasos en los diagnósticos en comparación a las cifras que se reportan en la zona norte, “donde según las estadísticas se obtienen diagnósticos en etapas más tempranas”.
El facultativo rechazó que las mujeres poblanas omitan realizarse estas pruebas de detección por temor a resultar positivas y a la falta de medicamentos.
“Sino al desconocimiento. Las mujeres en la ciudad tienen un poquito más de conocimiento, han escuchado o han podido beneficiarse de alguna campaña o de (a través) un medio de comunicación que les ha hecho tener esa conciencia, si detectas algo anormal acudir a una revisión”.
Indicó que lo contrario se registra en las mujeres que habitan en sitios donde son menores estos recursos. “En las que normalmente se van a detectar en una etapa clínica más avanzada”.
Refirió que la literatura médica marca este mismo patrón con los niveles de primer mundo, “que van a tener altas tasas de cáncer de mama por los estilos de vida pero detecciones en etapas tempranas, eso hace que aumente su esperanza de vida aun con la enfermedad, y en países o zonas con escasos recursos van a encontrarse menor número (…) y menor detección”.
Remarcó que una detección oportuna y temprana va a permitir que el tratamiento o la cirugía “sea más conservadora, que ni siquiera requiera de quimioterapia, de radioterapia o de algún tratamiento más amplio”.
AFM