Además, la legisladora perredista decidió renunciar a los recursos que le correspondían de la partida conocida coloquialmente como “casas de enlace”. Se trata de casi 93 mil pesos que cada mes reciben los diputados, como un sobresueldo, y que sólo ella y Miguel Castro Reynoso, del Partido Revolucionario Institucional (PRI) rechazaron. Mientras, el resto de sus compañeros los cobraron y, además, en su mayoría han incumplido con la rendición de cuentas a la que están obligados.
Celia Fausto renunció, hasta ahora, a cobrar cerca de 1.3 millones de pesos de esa partida. La perredista propuso ante la Comisión de Administración que esos recursos se utilizaran para el pago de deudas del Congreso, pero los legisladores del PRI, Jaime Prieto y Jesús Palos, del Partido Verde, quienes sí lo han cobrado, impidieron que se aprobara.
Como presidenta de la Comisión de Administración, también puso fin a una relación de acuerdos por debajo del agua entre diputados y el sindicato de trabajadores del Congreso, rechazando apoyos para la organización que el Legislativo no está en condiciones de pagar.